segunda-feira, 12 de setembro de 2011

La libertad

No quiero que me quites
la libertad, porque ella es parte
inexcusable de mi compromiso.

Racióname la miel de las caricias.
Quítame un ramo de las flores
que profusamente me entregas.
Redúceme, si quieres,
el espacio sagrado de los besos.

Pero no me condenes, no me quites
la libertad, porque la quiero
para darte mi amor sin ataduras.

Del libro “Gotas de hielo”